11 de julio de 2009

Adios a Carlos Pais. Autor, director, hombre de teatro.


Nació en la ciudad de Santa Fé, Argentina, en 1934. Cursó estudios de Derecho paralelamente a su actividad de actor y director en elencos independientes. Egresó en 1962 de la Escuela de Teatro de la Provincia de Santa Fé y en 1964 se radica en Buenos Aires, estrenando en 1972 su primera obra como autor (Welcome los amos) y a partir de ahí se entrega a la tarea autoral. Participó como autor y organizador de las ediciones 1981, '82, '83 de TEATRO ABIERTO. Sus obras han sido publicadas y lleva estrenadas más de 20, entre ellas: 'La santa propiedad', 'Somos como somos', 'La oca', 'Cuando me afeito', 'Extrañas figuras', 'Noche de parias', 'Las partes', 'Maderas de Oriente', 'Soledad tango'; en colaboración con S.de Cecco y P. Mendez: 'Moreira'; con A. Torchelli: 'El Hombrecito' y 'Che Madam' y con R. Cossa, R. Perinelli y M. de Gracia 'De cirujas, putas y suicidas'. 'Guachos' se estrenó en el Teatro General San Martín en Junio 2005 y reprisada actualmente. Pais realizó versiones teatrales para el Complejo de Teatro de la Ciudad de Buenos Aires y ocupó además cargos en empresas públicas y privadas. Actualmente es Vice-Secretario de la Sociedad General de Autores de la Argentina. Integra la Fundación Carlos Somigliana para el estímulo del autor teatral y la conducción general del Teatro del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. Obtuvo varias distinciones y premios: Primer premio ARGENTORES, 1972; Premio Municipal GREGORIO DE LAFERRERE, mejor comedia del bienio 92-93; Premio ACE (Asociación Cronistas del Espectáculo), mejor comedia, 1993 y PREMIO NACIONAL DE TEATRO, producción 1992-1995, obra 'Extrañas Figuras'. Sus obras han sido representadas en Uruguay, Cuba, España, Estados Unidos, México.

Cuando se van personas de la calidad humana de Pais, no falta quien diga que Dios se distrajo. Pais solía responder con actitudes solidarias a los reclamos. Se lo veía dispuesto también a las convocatorias del ambiente teatral, entre las últimas, la protesta explícita para que cesara la demolición del edificio que en otro tiempo cobijó al Teatro El Picadero, sede de Teatro Abierto 1981, movimiento cultural de resistencia que la dictadura militar no logró abortar con su bomba incendiaria.